Valle de San Andrés, Veracruz, Méx.
La puerta del nuevo mundo...

Las coordenadas históricas que se desviaron de la conquista española a nuestro país se abrieron paso a través de la llamada pureta del nuevo mundo. El tiempo que envolvió su nacimiento vino cabalgando de allende el mar y desde tierra adentro para bautizarla con el nombre de Veracruz (1599) que pronto demostró su vocación de pontífice comercial, uniendo lo viejo y lo nuevo, lo auténtico y la tradición en inspirado calidoscopio humano.

Por su puerto transitaron hombres poseídos de mística religiosa o del fiebre del oro. Hombres y mujeres: negros, blancos, indios y mestizos de todas las tonalidades, desde el café mas oscuro hasta el color mas pálido, imprimieron a la ciudad porteña y a sus municipios un poco de sabor morisco, otro tanto de andaluz, y un parecido casi mellizo con la ciudad de la Habana.

El ilustrado y razonable siglo XVIII constató escéptico una región donde la piedra múcara, cal y canto, ladrillo, teja, tierra fértil y cedro rojo quisieron ser conventos, iglesias, hospitales, ermitas y, nobles tabacales.

Para los hombres de todos colores se abrieron barrios y solares que en el nombre llevaron la cadencia de su linaje: Cuenca del Pánuco, El Tajín, Castillo de Teayo, Sierra de Otontepec, Filobobos y Valle de San Andrés. Todas ellas llenas de tradición e basta historia.

Don Miguel...

Don Miguel Mar nace el 5 de julio de 1885, hacia el año de de 1907 se traslada de la Sierra de Otontepec al puerto de Veracruz para salir via mar hacia Champotòn, Campeche y de se embarcò hacia Puerto progreso, Yucatàn; y hacia el año de 1907- 1909, èl viaja a Inglaterra, en el año de 1968 se establece en el puerto de Tuxpan, Veracruz, lugar por donde Fidel Castro parte en el buque Granma hacia la Haban, Cuba. y es en el año de 1998, cuando se establece en el Valle de San Andrés, Veracruz

 

Memoria de los días y los años...

Fue el tabaco por muchos años una hierba prohibida; sobra decir que desde el inicio del régimen colonial fue vista con malos ojos por su vinculación evidente con los rituales y ceremonias indígenas de meso América.

No obstante las restricciones a que estuvo sometida su producción y utilización, mas las regulaciones aduanales y el control que se ejercía sobre su consumo, - reservado por mucho tiempo de manera exclusiva a los hombres, - el tabaco estimulante, de uso clandestino, se abrió paso por sus propias virtudes y finalmente apareció como recurso mágico para sobrevivir a lo cotidiano: masticado, molido, picado, en puros y, finalmente y con mayor fuerza, en flamantes cajas de cedro que terminaron por subyugar a los mas exigentes.

Plantío de Tabaco en el Valle de San Andrés

El Valle de San Andrés, lugar privilegiado de la Costa Veracruzana que desde mediados del siglo XIX se convirtió en uno de los centros de producción de tabaco de mayor renombre, ha significado por su tradición y renombre, para Don Miguel Mar su segundo aire, su segunda casa después de haber iniciado en sus orígenes en el Noroeste del estado de Veracruz.

Un recorrido por los campos sembrados de tabaco es mas que suficiente para darse cuenta de la nobleza del origen de las hojas que una vez cortadas y reposadas, formarán la materia prima de la liga o enrollado (tripa o piloto) , y ello explica por el régimen climático de la Región, ubicada en un pequeño macizo cercano a la Costa que disfruta de una humedad especial.

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Última Modificación: Monday, 17 May 2004